En el evangelio de san Mateo (Mt 4, 18-20) reflexionamos cómo muchas veces Jesús nos llama como aquellos discípulos que estaban pescando y no encontraban nada. No queremos responder a ese llamado que Él nos hace, no queremos escucharlo.
Jesús, a través de este pasaje, nos invita a escucharlo y confiar en Él, para poder tener un cambio en nuestro corazón y una conversión verdadera en nuestras vidas.
Él quiere que dejemos nuestras redes y lo sigamos, que le demos las riendas de nuestra vida porque cuando estemos dispuestos a dejar lo que nos ata a este mundo podremos recibir lo que nos tiene preparado el cielo.