El domingo 25 de febrero, en Burkina Faso, 15 personas perdieron la vida después de que hombres armados ingresaran a una iglesia católica en la comunidad de Essakane mientras se encontraban rezando. Dos personas continúan heridas.
Monseñor Laurent Bifuré Dabire, obispo de la diócesis de Dori, escribió en un comunicado:
"En estas dolorosas circunstancias, les invitamos a rezar por el eterno descanso de los que han muerto en la fe, por la curación de los heridos y por el consuelo de los corazones afligidos".
En el mismo comunicado, la diócesis también pide oraciones por la conversión de quienes "continúan sembrando muerte y desolación" en el país.
En una entrevista en Aleteia, en junio de 2023, monseñor Laurent Dabiré, obispo de Dori, deploró que “en Burkina Faso y en el Sahel en general, el terrorismo ha creado una situación en la que la libertad religiosa ya no se expresa tan bien como en el pasado, hace diez o veinte años. Desde que el terrorismo se apoderó del Sahel, sólo hemos retrocedido en términos de libertad religiosa».
Por su parte, Vatican News informó que la cifra de personas desplazadas como consecuencia de la violencia terrorista que se vive en la región casi alcanza los dos millones. Además, al menos 20 mil personas han perdido la vida desde 2015.