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Cómo celebraba Benedicto XVI a su santo patrón cuando era niño

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Theresa Civantos Barber - publicado el 19/03/24
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En su libro póstumo "¿Qué es el cristianismo?", Joseph Ratzinger relata las tradiciones que su familia había establecido el 19 de marzo, día de su fiesta

En algunas partes del mundo, la fiesta del santo patrón se celebra como un cumpleaños. En las culturas hispanas, por ejemplo, es costumbre cantar una canción especial, Las Mañanitas, en este día, pero muchos otros países tienen sus propias tradiciones; y la familia del Papa Benedicto XVI, no se quedó atrás.

En el último capítulo de ¿Qué es el cristianismo? [2023], el Papa Benedicto XVI, cuyo nombre de bautismo es José, ofrece una hermosa meditación sobre san José, en la que expresa su gratitud por el que fue su santo patrón. También cuenta cómo sus padres celebraban su fiesta cuando él era pequeño.

Cada 19 de marzo, su familia celebraba la fiesta de san José con gran dulzura y sencillez. En los últimos años de su vida, el Papa Benedicto XVI rememoró estos felices recuerdos de su infancia. He aquí algunos elementos sencillos y hermosos de la fiesta de san José en la familia Ratzinger:

1UN MANTEL ESPECIAL

En su libro, el Papa Benedicto XVI recuerda que cada 19 de marzo, la mesa se cubría con un hermoso mantel, elegido especialmente para este día festivo, y que esto hacía que el desayuno familiar fuera muy festivo y alegre, al tiempo que marcaba la especificidad de este día.

2UNA COMIDA FESTIVA

El Papa recuerda también que solían tomar café recién molido, aunque normalmente no podían permitírselo. Como colofón, su madre también solía preparar una rica tarta con glaseado, que expresaba a la perfección el carácter especial de este día festivo.

3FLORES EN CASA

El día de san José, la mesa familiar se adornaba siempre con magníficas prímulas: estas flores simbolizaban la primavera, cuyo comienzo coincidía, más o menos unos días, con la fiesta de su santo patrono.

4UN PEQUEÑO REGALO

La última tradición de la familia Ratzinger era hacer un pequeño regalo a su hijo Joseph. Con sus ahorros, su madre había adquirido la costumbre de comprarle cada año un bonito libro.

Todos estos elementos, sencillos pero conmovedores, hicieron que el día fuera muy festivo para el pequeño Joseph Ratzinger. Para él, la particularidad de la fiesta de san José fue palpable desde la primera mañana.

Esto puede animar a los padres. ¿Quién sabe qué impacto pueden tener en los niños las pequeñas tradiciones del hogar familiar? Cuando celebren el cumpleaños de sus hijos, recuerden el ejemplo sencillo, pero cariñoso y atento, de la madre del Papa Benedicto XVI, que educó a su pequeño en su humilde hogar hasta convertirlo en uno de los más grandes pastores de nuestro tiempo.

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