Uno de los requisitos indispensables en el proceso que sigue la Iglesia para elevar a los altares a un santo es la atribución de milagros. Para esto, nuestra madre y maestra analiza a profundidad los testimonios milagrosos que los fieles le hacen llegar para ser tomados en cuenta en la causa de canonización.
En el caso del Papa Juan Pablo II, llegaron más de 200 favores recibidos. Uno de ellos, el que se convertiría en el primer milagro registrado, sucedió muy poco tiempo después de su muerte.
El primer milagro de Karol Wojtyla fue recibido por una monja francesa que se sentía especialmente cercana a él. Ella sufría la misma enfermedad que el pontífice y, tanto ella como sus hermanas de congregación, oraron para recibir un milagro por intercesión de Juan Pablo II.
Conoce el resto de la historia en este video.