María Bernadette Soubirous, conocida como Santa Bernardita, fue una humilde pastora a quien la Virgen María se apareció en Lourdes, Francia. Se cuenta de ella que siempre tuvo una salud muy precaria debido a la extrema pobreza en la que vivía su familia.
Con 14 años, no había hecho la primera comunión porque no lograba aprenderse el catecismo, sin embargo, oraba mucho a la Virgen y nunca mentía.
Gran amor por la Virgen
Fue ese gran amor a María el que le ganó el privilegio de que la Santísima Virgen se le apareciera 18 veces desde el 11 de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año.
Ella dijo a Bernardita: "No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra".
Palabras que se vieron cumplidas en plenitud, pues desde las apariciones hasta su temprana muerte, padeció enfermedades, humillaciones y muchas penas, lo que le sirvió para adquirir un grado enorme de santidad.
Su cuerpo incorrupto descansa en el convento de Nevers, Francia.