Sabemos que la Iglesia es universal y que no hay edad ni lengua requeridas para hablar con el Señor, y mucho menos para agradecerle el pan de cada día con una breve, pero sincera, bendición de alimentos. Este niño coreano lo ha entendido bien. Y bajo la mirada del tierno teléfono de su madre, reza una bendición desde lo más profundo de su corazón delante de su plato de fideos, ¡que tiene un aspecto muy apetitoso! El vídeo ya ha sido visto más de doce millones de veces.
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En el video, el niño reza en coreano, pero hay subtítulos en inglés; y reza: "Dios, gracias por darme hoy una comida deliciosa. Gracias por esta comida. Rezo en el nombre de Jesús. Amén". Luego se pone a comer desordenadamente y disfruta de la comida (sus padres tendrán que limpiar después…)
Sencillo, eficaz y recitado con buen corazón: ¡sin duda, este pequeño coreano ha comprendido lo que realmente importa, y puede servir de modelo a los niños de todo el mundo! Y, quién sabe, ¡quizá inspire a los que vayan a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Seúl en 2027!