Catalina de Siena es un caso muy especial en la Iglesia: en un momento de crisis, Dios suscitó a esta gran mujer para dar luz a la realidad que se vivía en su época, pues, sorprendentemente, fue analfabeta y guía de sacerdotes, religiosos, artistas, médicos, juristas, madres de familia y mucha gente más.
¿Qué dijo san Juan Pablo II de Catalina de Siena?
En su carta apostólica Amantissima Providentia de 1980, san Juan Pablo II escribió sobre ella:
“Aunque era hija de artesanos y analfabeta por no haber tenido estudios ni instrucción, comprendió, sin embargo, las necesidades del mundo de su tiempo con tal inteligencia que superó con mucho los límites del lugar donde vivía, hasta el punto de extender su acción hacia toda la sociedad de los hombres; no había ya modo de detener su valentía, ni su ansia por la salvación de las almas”.
Oremos con ella.