La habilidad espiritual surge desde el momento en que se busca lo trascendente, lo que se ve más allá del mundo material, cuando se es capaz de conectarse al mundo interior y desde luego a la dignidad de los demás, de una forma tal que se puedas ser empático, sensible y misericordioso.
La gran diferencia con los otros tipos de inteligencia, es que no se trata del desarrollo de la razón, del conocimiento, o de perfeccionar las habilidades, sino que se trata de crecer, de ser mejor persona, alcanzar el significado y misión de su vida, así como de la muerte.
Una experiencia interior
La inteligencia espiritual no se evalúa, ni existen pruebas para medirla, porque se trata de una experiencia, sobre todo interior, que se relaciona con la meditación, la reflexión o la oración.
Si quieres ayudar a tus hijos a desarrollarla es muy importante enfatizar la toma de consciencia de sí mismo, de lo que crees y sientes, de las motivaciones y objetivos, teniendo empatía y compasión. Estar más enfocado en el alma que en el cuerpo, aunque sin descuidarlo.
Recomendaciones para desarrollar inteligencia espiritual
1Establece buenas relaciones
Promueve a tus hijos que se enfoquen en una relación equilibrada con los demás para conectar sus necesidades y sentimientos de las personas cercanas.
2Vida interior
Enséñales la importancia de la interioridad como un camino firme y seguro hacia la felicidad y el gozo en esta vida. A no depender del mundo exterior y material, sino a reconocer que lo que más vale brota desde nuestro interior.
Dedica tiempo a la oración, a la meditación, a la reflexión y a la contemplación. Que esta última se basa en la observación plena de la belleza del mundo en el que vivimos.
3El testimonio arrastra
Da testimonio de la importancia del amor como una genuina práctica de la espiritualidad, y un camino seguro hacia el amor a Dios.
4Valores
Éstos nos hacen practicar el bien y mantener una forma saludable de vida y convivencia con los demás, desde la puntualidad, la honestidad o hasta la solidaridad humana.
5La amabilidad
Despierta su amabilidad -con ellos mismos y con los demás- teniendo un trato cortés y respetuoso, sin juzgar ni discriminar.
Desarrollar la inteligencia espiritual trae múltiples beneficios, empezando por un mayor bienestar emocional y una mejor calidad en las relaciones humanas. Por lo que es mucho más fácil ser feliz y tener menos preocupaciones y tensiones en la vida, porque hay más fe.
Una vida espiritual integral induce una mejor vida laboral y productiva, sin los inconvenientes de la codicia, la avaricia o la corrupción. Pues hay un mayor sentido del bienestar para sí mismo y los demás, sin caer en la tentación de querer utilizar a los demás de manera egoísta.