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El chocolate, las golosinas y los pasteles son los típicos objetos de nuestro sacrificio de Cuaresma para ayunar, pero si cada año renunciamos a las mismas cosas, puede dar la sensación de rutina más que de sacrificio. El ayuno puede ser un gesto más significativo de abnegación por amor a Dios. Además, también nos ayuda a aumentar nuestro autocontrol y a profundizar en la valoración de los varios placeres, comodidades y lujos de nuestras vidas. Si quieres intentar algo un poco diferente este año, plantéate las siguientes alternativas:
1Tiempo delante de las pantallas
La mayoría de nosotros siente cierto nivel de apego hacia nuestros gadgets y hacia el medio digital; la Cuaresma es la oportunidad perfecta para descansar y "ayunar" de ellos. Hay varias opciones: nada de televisión antes de dormir, nada de navegar sin rumbo por Internet durante el día o nada de medios sociales hasta la Pascua. Incluso podrías considerar liberarte completamente de las pantallas durante todo el fin de semana o usar tu smartphone para comunicarte sólo cuando sea estrictamente necesario.
2Habla negativa y críticas
Rara es la persona que no critica a los demás alguna vez o habla, en cierto modo, de forma negativa (una burla innecesaria, una provocación…). Ayunar de este tipo de comentarios es algo más fácil de decir que de hacer, pero es un poderoso acto de abnegación que puede cambiar tu vida para mejor.
3 Duchas calientes
Nada mejor que una buena ducha caliente para empezar la mañana, pero plantéate bajar la temperatura y someterte a duchas templadas o frías. Otra alternativa es establecer un tiempo límite y darte duchas cortas en vez de largas duchas de placer (por supuesto, será más fácil reducir el tiempo ¡si el agua está fría!). En febrero y marzo este sacrificio puede resultar especialmente duro. Jesús murió en la cruz por ti.
4Compras innecesarias
Muchas personas lo pasan realmente mal diciendo que no a la última novedad tecnológica, a un par de espléndidos zapatos o a pequeños detallitos como cafés gourmet y otros caprichos. Considera mantenerte alejado de las tiendas durante la Cuaresma. También puedes ir al siguiente nivel y, el dinero que ahorres, ofrécelo como limosna, así observarás otro de los pilares de la Cuaresma.
5Comer entre comidas
¿A quién no le gusta darse el gusto de algún pequeño bocadito durante el día? Los snacks son más difíciles de eliminar que las comidas en sí, porque son nuestros bocados de placer diarios: recurrimos a estas pequeñas comidas cuando estamos estresados, cansados o en momentos de relajación. Decir que no a este agradable hábito puede hacerte más consciente de tu dependencia de Dios.
6Música y podcast
La Cuaresma nos invita al silencio y a escuchar la tranquila y discreta voz de Dios. Ayunar de nuestras listas de música habituales, de las tertulias de radio, los podcasts y los audiolibros es una forma de alcanzar esa quietud, sobre todo mientras estamos en el coche. Enfrentarse al silencio puede resultar incómodo, pero es ahí donde encontramos a Dios.
7Atajos
Con atajos nos referimos a las cosas que hacemos por pereza o por pura conveniencia, como tomar el ascensor cuando podríamos ir por las escaleras; usar el coche para desplazarnos tres manzanas cuando podríamos ir andando; comprar comida preparada en vez de cocinarla nosotros mismos... Algunas comodidades son necesarias para que funcione bien el resto de nuestra vida, pero ¿a cuáles podrías renunciar para que suponga un sacrificio, para centrar tu mente en Dios y construir hábitos mejores?
8 Perfumes
Puede parecer extraño, pero los olores son un poderoso elemento de la vida moderna y somos más dependientes de ellos de lo que nos damos cuenta. Piensa en los ambientadores de las casas o del coche, los suavizantes de la ropa, las colonias, los desodorantes, las velas perfumadas y las lociones corporales. Para la Cuaresma, descarta unos cuantos o usa productos sin fragancia. Que quede claro que no es una invitación a descuidar tu higiene, eso no sería muy generoso con los demás, pero negarte algunos de tus placeres olfativos puede ser un ejercicio interesante.
9Arte
Muchas iglesias mantienen la costumbre de cubrir los crucifijos y las imágenes religiosas durante la Cuaresma, en especial durante el Triduo Pascual. Un beneficio de esta tradición es que ayuda a la fe a centrarse en lo esencial, además de ofrecer a la iglesia un carácter árido y austero. Piensa en hacer algo parecido en tu casa, cubriendo tus imágenes religiosas —sobre todo el Viernes Santo— o retirando algunos objetos decorativos o artísticos. Este acto te ayudará a reflexionar sobre un mundo sin belleza y te permitirá dar más valor a los placeres visuales de los que te sueles rodear.
10De comida, prácticamente todo lo que te gusta
Renunciar al chocolate es de aficionados, eso es fácil. Nuestros hermanos y hermanas ortodoxos hacen ayunos de azúcar, alcohol y productos animales durante la Cuaresma. Eso significa que nada de mantequilla, nata o yogurt, ni nada que tenga azúcar (incluyendo ese vaso de vino con la cena). Ni ternera, cerdo o pollo. Si no quieres renunciar a todo lo que comes normalmente, puedes plantear el programa de comidas con una actitud cuaresmal: cocina comidas sencillas y abstente de platos o ingredientes que consideres más elaborados o festivos.