separateurCreated with Sketch.

Qué espera a quienes se condenen y vayan al infierno

Sufrimientos del infierno
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Aliénor Gamerdinger - published on 13/06/17 - updated on 29/04/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Existe gente ingenua que niega la existencia del infierno, sin embargo Jesús habla de él y de los sufrimientos a los que se enfrentarán los que se condenen

Dice el Catecismo de la Iglesia católica que "la pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira" (CIC 1035).

Sin embargo, la tradición y la teología católicas permiten identificar tres características principales de la Gehena que atormentarán para siempre a quienes tengan la desgracia de condenarse.

Vacío

El ser humano está hecho para el infinito. A imagen de su Creador, el ser humano necesita amar y ser amado, es una necesidad universal e ilimitada. Sin embargo, el infierno está vacío de amor, de todo bien, de todas las cosas bellas e interesantes.

Como una persona que se asfixia con una bolsa en la cabeza, el alma en el infierno se ahoga buscando el bien. Es un pánico eterno.

Como una persona hambrienta, obsesionada por la comida, el alma en el infierno se vuelve loca. El alma se agrieta y fragmenta, sabe que está hecha para el bien infinito, pero está anclada en el odio eterno.

Remordimiento

“El gusano que carcome y que nunca muere” es una imagen utilizada a menudo en la tradición católica para ilustrar los remordimientos del alma en el infierno. El recuerdo de los pecados, pero también el del sacrificio de Jesús, tan inmenso, pero que el alma en el infierno habrá hecho inútil.

Y todas las llamadas de Dios, todas las gracias que nos envió a lo largo de nuestra vida, que no habríamos sabido aprovechar, que habríamos rechazado, a las que habremos antepuesto los “tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban” (Mt 6, 19).

Eternidad

La eternidad fue creada para el cielo, para garantizar el descanso de las almas. Pero este concepto se aplica también al infierno:

“La trompeta de la justicia divina resuena eternamente en los infiernos; hace sonar estas terribles palabras a los condenados: siempre, siempre; jamás, jamás”, dice san Alfonso de Ligorio en El camino de la Salvación.

Temamos, pues, el infierno para nosotros y para los demás, y como santa Catalina de Siena, recemos por ellos depositando nuestra confianza en la Divina Misericordia:

“¿Cómo soportaría yo, Señor, que uno solo de los que has hecho como yo a tu imagen y semejanza, se pierda y escape de tus manos? No, de ningún modo quiero que ni uno solo de mis hermanos se pierda, ni uno solo de los que están unidos a mí por un nacimiento idéntico por la naturaleza y por la gracia”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.