Un tema bastante controversial y muy antiguo, incluso tratado en concilios, es el de las imágenes de los santos que los católicos tienen en sus iglesias y en sus casas, porque los hermanos de otras confesiones religiosas acuden a la sagrada Escritura para combatirlos, alegando que el Antiguo Testamento manda no hacer ídolos y que por eso incurren en una desobediencia a la voluntad divina.
A pesar de que es un asunto muy estudiado, una gran cantidad de católicos desconoce el sentido verdadero de mantener un culto especial por los santos, que nada tiene de pecaminoso ni de contrario con la fe y las enseñanzas de Jesucristo.
¿Están prohibidas las imágenes?
Para comenzar, hay que leer claramente lo que prohíbe Dios en el libro del Deutronomio del Antiguo Testamento:
«No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso» (Dt 5, 7-9).
Como puede leerse, la instrucción es clara: no hacerse dioses, por lo que las esculturas e imágenes que están prohibidas son las que suplantan a Dios. Y nos damos cuenta de que no están prohibidas, ya que el mismo Dios le ordena a Moisés hacer una serpiente de bronce (Números 21, 8) y dos querubines de oro para que custodien el Arca de la Alianza (Éxodo 25, 18), que, es obvio, nadie pensaba que fueran dioses.
El culto a los santos
Ahora, para tranquilidad de quienes tienen dudas, comentaremos que hay diferencias importantes en la manera de rendir culto, si se trata de Dios, de los ángeles y santos y uno muy especial a la santísima Virgen María. Veamos qué dice el diccionario sobre estos términos:
«Dulía: Palabra que probablemente procede de la griega doulos que significa 'siervo' y designa al culto que la Iglesia tributa a los Santos y a los ángeles».
«Latría: tributado a Dios, por su misma naturaleza, dado que mientras que este último es un culto de adoración, el referido a los Santos es de veneración. Solo se adora a Dios, a los Santos y a los beatos se les venera».
El diccionario precisa que el culto se refiere a sus personas y no a sus imágenes, aunque se manifieste a través de ellas. Esta es una observación muy conveniente, pues de aquí proviene la controversia más arraigada.
"Hiperdulía: Un caso especial es el culto tributado a la Virgen María que recibe el nombre de hiperdulía o a su esposo San José, que se denomina protodulía". Se entiende entonces que la adoración como se da a Dios, no se da a ninguna creatura.
Las imágenes nos ayudan a orar
Con lo expuesto anteriormente, concluimos que los católicos no ofenden a Dios cuando tienen alguna imagen en sus casas e iglesias, por el contrario, agrada a Dios el reconocimiento dado a los santos, quienes son muy cercanos a Él y pueden allanarnos el camino para conseguir algún favor, a veces de manera rápida, porque ruegan a Dios por nosotros.
Además, una imagen nos ayuda a centrar nuestra atención en la realidad del cielo, la que no vemos aun, pero que tenemos por seguro que existe gracias a que los santos ya viven allá. Por eso, es muy recomendable recordarlos y pedirles que nos acompañen durante el tiempo que nos quede de vida, para ser también merecedores de la eternidad junto a ellos, en la presencia de Dios, nuestro Señor.