La temporada de invitaciones de boda 2024 ha comenzado. Si eres soltero, esta puede ser una época del año especialmente difícil porque casa a relucir tus luchas, pasadas y presentes y una mezcla de emociones que puedes sentir si deseas casarte pero no encuentras a la persona adecuada.
Desde Aleteia, te presentamos los testimonios y consejos de personas que se encuentran en la misma situación y que quisieron compartir sus vivencias con la esperanza de ayudar a los demás.
En primer lugar, céntrate en invertir en tu vida tal y como es ahora. ¿Cuáles son tus aficiones e intereses? Dedícales tiempo. Busca lugares y causas que te apasionen y préstales tu tiempo y habilidades. Apóyate en tus amistades y dedica tiempo a construir y mantener nuevas y viejas relaciones. Tampoco evites a tus amigos casados durante este tiempo. Sus experiencias pueden arrojar luz sobre las tuyas y viceversa.
Llegar a ser y reconocer
Conviértete en lo que buscas en un cónyuge. Si quieres encontrar a alguien que te dé prioridad, que tenga relaciones sanas con amigos y familiares, que sea cariñoso y paciente (o cualquier otra virtud que busques), asegúrate de desarrollar esas cualidades en ti.
Reconoce tu dolor. No pasa nada por llorar lo que no tienes. Como dicen "si todo lo demás falla o no ayuda, ten una lista de canciones para llorar". Pero no te quedes en ese lugar demasiado tiempo. Llora un poco y luego busca a alguien a quien servir o llévalo a la oración. Ten un punto final y una forma de volver a entrar de lleno en la belleza y la cruz de tu vida tal como es aquí y ahora.
Ofrecer y disfrutar
Una forma tangible en que uno de nuestros entrevistados canaliza la cruz de la soltería involuntaria es la siguiente:
"Últimamente, en las bodas, cuando afloran los sentimientos de tristeza, celos, envidia, etc., intento redirigir esas emociones para bien.
En lugar de compadecerme de mí misma, me concentro en ofrecer los sufrimientos de mi soltería a los recién casados y las dificultades que puedan tener en su matrimonio. (¡Aún así, no siempre es fácil hacerlo!)"
También puede servirte disfrutar de la belleza y la libertad que te ofrece la soltería. Aprecia cosas sencillas como la posibilidad de viajar, poner tus finanzas en orden y disfrutar de la libertad de tomar decisiones financieras en solitario, acudir a eventos y fiestas divertidas y deleitarte con el don de la espontaneidad. Hay beneficios en tu vida, y éstos pueden compartirse con los demás.
Como dijo un soltero a Aleteia:
"En este tiempo de soltería puedo dedicar más tiempo y atención a los que me rodean. Puedo ofrecer ayuda y/o compañerismo a familiares y amigos que lo necesitan. Me permite prestar toda mi atención a los alumnos de mi clase de educación religiosa. También puedo dedicarme plenamente a mi trabajo, que estoy aprendiendo que es la vocación a la que Dios me llama actualmente."
Ser realista y abierto
Recuerda que el matrimonio será una vida llena de sacrificios y que no te llenará del todo. Seguirás experimentando la soledad y las dificultades, así como la tentación de pensar que la hierba es más verde en otra vocación o con otra persona. Reconoce que cada vocación y etapa de la vida conlleva sus propias cruces, lo que te ayudará a aceptar en qué momento de tu vida te encuentras.
La cronología de tu vida puede sorprenderte cuando mires atrás. Una amiga que actualmente mantiene una relación seria puede apreciar ahora sus años de soltería. Se da cuenta de que ahora se encuentra en una situación mucho mejor que antes, cuando esperaba casarse y tener una familia. Ahora está agradecida por un camino y una línea de tiempo que no siempre apreció.
Invertir en la oración
Por último, pero lo más importante, invierte tiempo en la oración. La única relación que te llenará por completo es la que puedes cultivar ahora mismo. Reza, profundiza en las Escrituras, explora la dirección espiritual, participa en tu parroquia, busca movimientos laicos.
Busca formas de hacer crecer tu vida espiritual. La inversión en conocer y amar a Dios vale cada momento que inviertes y es la clave para vivir bien tu estado de vida junto con cualquier vocación que encuentres.