“La música es parte del ser humano; es una de las formas en que nos comunicamos y nos eleva el corazón”, declara Nico Cabrera, músico católico.
Cuando tenía 15 años se encontró con Dios y su vida cambió; desde entonces, su amor por la música lo llevó a “rezar música”; es decir, adorar, compartir con el Señor, llenarse y llevar el anuncio a los demás con la música como vehículo.
Originario de Colombia, Nico llegó a Estados Unidos cuando era pequeño y desarrolló toda su vida en inglés. Sus estudios, trabajo y servicio en la Iglesia eran realizados en el idioma de este país; sin embargo, no faltaban las ocasiones en las que, a través del español, Nico podía resolver alguna necesidad y ayudar. A pesar de que no era su plan original, esto lo llevó a plantearse la posibilidad de volver bilingües su música y servicio a Dios.
“Mis dones fueron entregados a mí para darlos, no solo para escoger cómo es que yo los quiero usar -comenta-. Entonces dije: ‘Señor, así es como me estás llamando, así es como vamos a comenzar a hacerlo’; y así es como comenzó todo”.
La fe une realidades
En inglés o español, lo que busca es que los corazones puedan orar y ser transformados, pues, reconoce, la música es importante en la vida y en la fe. Por ello, su creación musical es tranquila y de fácil acceso. Más que animar y entretener, para él se trata de adorar y vivir la fe.
A pesar de que los latinos representan casi un 19 % del total de la población (62.1 millones), aún faltan espacios en donde ambas culturas puedan coexistir. Esto llevó a Nico a darse cuenta de que existe una gran necesidad de tender puentes.
Señala que, aunque son diferentes idiomas, diferentes culturas y experiencias, “tenemos que ser comunidad. Jesús pidió que todos fuéramos uno” (cf. Jn 17, 21)
“Cuando voy a parroquias, usualmente doy la charla en inglés y en español, y hago la oración en ambos idiomas; la respuesta ha sido muy bonita porque es una excusa para que toda la comunidad se reúna y recemos juntos”.
Y añade que, aunque su vida ha sido muy diferente a la de otras personas con las que le toca compartir, la fe siempre une. “Al compartir grandes temas como son el sufrimiento, la soledad, la alegría, la esperanza, los deseos; lo bonito es que nuestra fe, no importa en qué etapa de la vida estemos, nos une”.
Fuimos diseñados para compartir
Tras su experiencia como cantautor, que lo ha llevado a visitar diferentes países y, sobre todo, a dedicar todo su tiempo disponible a la adoración, Nico está convencido de que no fuimos diseñados para vivir solos y para hacer las cosas por nosotros mismos.
“Fuimos diseñados para compartir, y no solo con la comunidad humana, sino también con la comunidad sobrenatural. La adoración te trae momentos que recuerdas que no estás solo”.
Hoy, tras 15 años de seguir a Cristo y dos de colaborar muy estrechamente en ministerios hispanos, Nico es el encargado de música en español del Congreso Eucarístico en Estados Unidos que se celebrará del 17 al 21 de julio.