La educación, el decoro, el pudor… todo eso a veces nos impide pronunciar palabras. Cuando un ser querido se está muriendo, es hora de dejar las máscaras. Para irse en paz, una persona al final de la vida puede necesitar expresar sus sentimientos, decir la verdad. Tugdual Derville, portavoz de Alliance Vita pide que "salgamos de nuestra excesiva reserva" para permitir que florezcan estos intercambios, que quizá nunca se hayan producido.
"Los últimos días de la vida de una persona son momentos de vida de una densidad que puede ser sorprendente", subraya. Enumera cinco palabras que deberían intercambiarse, cuando las circunstancias lo permitan, con un ser querido al final de la vida.
1"TE PIDO PERDÓN"
Pedir perdón mutuo por las heridas, grandes o pequeñas, es un primer paso hacia una forma de liberación. Incluso si no ha habido discusiones recientes o distanciamientos que duran años, incluso si las relaciones son buenas, es bueno intercambiar una petición de perdón.
Tomándonos el tiempo para identificar lo que queda en el corazón: “Perdón por no haber estado lo suficientemente presente”, “perdona mis torpezas o mis arrebatos”, etc… Pedir perdón no es nada fácil ni agradable. Esto requiere cierta humildad. Pero en este precioso momento del final de la vida, ha llegado el momento de la autenticidad.
2"TE PERDONO"
Conceder el perdón, incluso por cosas pequeñas, es liberador en muchos sentidos. Esto libera a ambas personas, renueva la relación y trae paz. Paz duradera. Los seres queridos, como la persona al final de su vida, necesitan dejarse en paz. “En ese momento suelen surgir palabras inesperadas que pueden asombrar; Pueden suceder cosas que nunca antes habían sucedido. La proximidad del final elimina todas las máscaras, sólo queda el corazón a corazón”, subraya Tugdual Derville.
3"GRACIAS"
De ambas partes, también ha llegado el momento de agradecer al otro, de agradecer todo lo que es, todo lo que nos ha dado, ofrecido, permitido vivir... Esto exige abrir los ojos a todos estos regalos, estos sacrificios, ofrecidos. generosamente, a veces inconscientemente. Es hora de iluminarlos y decirles gracias.
4"TE AMO"
A veces vivimos alejados unos de otros, incluso cuando pertenecemos a la misma familia, y no podemos expresar nuestros sentimientos, decir “te amo”. “Cuando se acerca el final de la vida, lo que parecía imposible de decir se vuelve posible”, afirma Tugdual Derville. Es posible que ambos necesiten decir y escuchar “te amo”.
5"ADIÓS"
Es bueno poder decir "adiós". En cierto modo, esto permite que la persona al final de su vida se vaya. "Consumado es", dicen las Escrituras. Una forma de desprenderse de la vida terrenal para entrar en la vida eterna.
Cuando las palabras ya no son posibles
Cuando los intercambios son posibles, estas pocas palabras nos permiten despedirnos en paz y esperanza. Pero las circunstancias no siempre brindan ese espacio. La persona al final de su vida a veces ya no puede hablar. Sin embargo, su lenguaje corporal puede decir mucho.
"Lo nuestro también es bienvenido, además de nuestras palabras: tomarnos de la mano, acariciar la cabeza…", sugiere Tugdual Derville. También en este caso se trata de ir más allá de una cierta modestia para dejarse inspirar, encontrar gestos que expresen perdón, gratitud y amor.