Los ciudadanos de la Unión Europea están llamados a votar a los diputados del Parlamento Europeo entre el 6 y el 9 de junio de 2024. La Iglesia ha animado a participar en estas elecciones con un voto responsable que promueva los valores cristianos y el proyecto europeo.
El presidente de la COMECE, Monseñor Mariano Crociata, insta a “ir a votar y hacerlo con responsabilidad, eligiendo candidatos y partidos que sigan construyendo una Europa mejor para todos”.
“La UE no es perfecta, pero queremos mejorarla juntos utilizando las herramientas democráticas que tenemos, empezando por nuestro derecho al voto”, afirmó.
Compromiso con la paz y la dignidad y libertad
La guerra en la frontera oriental de Europa, el crecimiento de los populismos y la profunda crisis ético-cultural hacen especialmente trascendentes estas elecciones.
Lo señala el manifiesto Un horizonte ideal para la paz, de la Asociación Compañía de las Obras, vinculada a Comunión y Liberación.
Al presentarlo este martes en Madrid, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, pidió “buscar puntos de encuentro” y “caridad política”.
Se trata de votar a los candidatos que busquen “el bien común de Europa a partir de un compromiso incesante por la paz entre todos los pueblos y por la dignidad y libertad de toda persona”.
“Estamos llamados a vivir un cristianismo confesante que tenga fuerza para decir sí y no, y con capacidad para generar tejido social, fraternidad y amistad”, afirmó monseñor Argüello.
Amenazas de Europa
En la presentación también intervino el presidente de Ábside Media, José Luis Restán, quien afirmó que el proyecto europeo actual “es una Europa que se niega a sí misma”.
Como ejemplo señaló las votaciones a favor de incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales.
“La exclusión de cualquier referencia apropiada a los valores cristianos en los textos relevantes de la UE” indica que “se está pasando por alto la importancia de la tradición cristiana”, añade un manifiesto ecuménico publicado ante las elecciones.
“Los valores cristianos, compartidos por una gran parte de los ciudadanos europeos, pueden proporcionar una garantía de un enfoque seguro a los cambios y desafíos que enfrentamos”, añade.
Por su parte, los obispos de la Unión Europea constatan que “la Unión Europea no es perfecta y que muchas de sus propuestas políticas y legales no están en línea con los valores cristianos y con las expectativas de muchos de sus ciudadanos”.
Sin embargo, “creemos que estamos llamados a contribuir y mejorarla con las herramientas que la democracia nos ofrece”, añaden.
Libertad religiosa
Otro tema que afecta a la Unión Europea aunque no aparezca en todos los programas electorales es el de la libertad religiosa.
Lo ha puesto sobre la mesa el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia destacando la necesidad de fomentar el diálogo entre religiones y el respeto a los símbolos religiosos.
En este sentido, recordó que en los 27 países de la Unión Europea, la OSCE registró 633 delitos de odio contra cristianos, 223 antisemitas y 108 contra musulmanes. Y alertó que algunos partidos no dan visibilidad a la cristianofobia.
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