Los días de precepto para ir a Misa en la Iglesia católica romana los establecen las conferencias episcopales locales. El Vaticano ofrece una guía general en cuanto a la cantidad de días básicos.
Anteriormente, la mayoría de las fiestas que tenían el rango de solemnidad eran consideradas un día santo de precepto. Y se requería que los católicos asistieran a Misa ese día.
Este era el caso de la solemnidad de la Anunciación del 25 de marzo, como explica la Enciclopedia Católica:
Esta fiesta fue siempre un día santo de precepto en la Iglesia universal. Como tal, fue derogado primero para Francia y las dependencias francesas el 9 de abril de 1802; y para los Estados Unidos, por el Tercer Consejo de Baltimore, en 1884.
¿Todavía es fiesta de precepto?
Hoy la Anunciación sigue siendo una solemnidad. Pero ya no es un día de precepto en que los católicos están llamados a ir a Misa, a menos que una conferencia episcopal local decida restablecerla.
La razón principal de la reducción del número de tales días en la Iglesia es que la mayoría de los países del mundo son principalmente de naturaleza secular y ya no reconocen las fiestas de la Iglesia como días de descanso.
Una fiesta mariana
El 25 de marzo, nueve meses antes de la fiesta de Navidad, la Iglesia católica celebra el instante en que la Virgen María quedó embarazada de Jesús.
Fue cuando el arcángel san Gabriel saludó a María diciendo: "¡Salve, llena eres de gracia, el Señor está contigo!" (Lucas 1,28). Para el Papa Francisco, el momento más revolucionario de la historia.
A pesar de que no se trata ya de una fiesta de precepto, cabe recordar que, para el católico, no hay nada más grande que la santa Misa, por eso, si puedes hacerlo, procura que sea un día para celebrar participando de la Eucaristía junto a tu comunidad.